
Noches de verano, delincuentes de matar con besos a la paciencia.
Amantes empapados de sudor que perdieron la inocencia.
Dejamos que nuestros deseos se apoderen de nosotros.
Música celestial que cautivo nuestras mentes y oídos.
Tu cuerpo tan exquisito como el mejor de los manjares.
Acostumbrado a caminar recitándole un verso a los juglares.
Noche de verano en donde desperté en montañas de piel.
Escale cada montaña que son tus hombros, con besos que sabían a miel.
Impulsos que mataron mi temor a amar como ame ese día.
El calor que nos embargo no provenía del verano, sino del interior.
Fuego que nos quema en brazas, y se calma con unos abrazos.
Cómplices de una travesura, en juegos permitidos solo para dos.
Miradas cómplices en la oscuridad y caricias con olor ha pecado.
Amantes de una noche de verano, en donde la santa quedo en el olvido.
Amantes empapados de sudor que perdieron la inocencia.
Dejamos que nuestros deseos se apoderen de nosotros.
Música celestial que cautivo nuestras mentes y oídos.
Tu cuerpo tan exquisito como el mejor de los manjares.
Acostumbrado a caminar recitándole un verso a los juglares.
Noche de verano en donde desperté en montañas de piel.
Escale cada montaña que son tus hombros, con besos que sabían a miel.
Impulsos que mataron mi temor a amar como ame ese día.
El calor que nos embargo no provenía del verano, sino del interior.
Fuego que nos quema en brazas, y se calma con unos abrazos.
Cómplices de una travesura, en juegos permitidos solo para dos.
Miradas cómplices en la oscuridad y caricias con olor ha pecado.
Amantes de una noche de verano, en donde la santa quedo en el olvido.
Pensamientos que se expresan con el cuerpo sin temer a lo prohibido
No hay comentarios:
Publicar un comentario