La noche me recibe con furia, yo sigo caminando para encontrar la luz que me indique la salida. Busco la ruta que mas me favorezca y todavía no la encuentro, juego a ser típico. Me pregunto si mis sueños se han de realizar y si lo que hago es lo correcto.
Finjo felicidad cuando en realidad me siento atrapado como un león enjaulado, maltrato mi cuerpo con el tabaco que me proporciona seguridad al andar.
Aprendí a no llorar, no quiero demostrar debilidad frente los demás, las calles todas me parecen iguales y todavía no encuentro la salida a esta problemática llamada vida.
La mañana me parece una fantasía absurda que solo existe en mi cabeza, aunque el sol brille en lo alto del cielo nunca me sentí cobijado por el, me confundo con el resto esperando la absolución de mis delitos y la paz que me ha de brindar tal situación.
Me sirvo un café para combatir a este frió que me golpea y lastima mi alma, escondo mis verdaderos pensamientos para no parecer cruel y es que la verdad no consigo congeniar con esta sociedad y sus estupidas reglas de humanidad, imagino al ser que me abrasé y me infunda cariño, afecto y tranquilidad, no pido que me ame por que se que el amor no es para mi. Solo le pido pasión carnal para disolver mis furias.
Me refugio en el mundo de las posiones ilusorias, hacen de mi un ser libre aunque sea por unos minutos, para que luego vuelva por la vía de mi realidad.
Finjo felicidad cuando en realidad me siento atrapado como un león enjaulado, maltrato mi cuerpo con el tabaco que me proporciona seguridad al andar.
Aprendí a no llorar, no quiero demostrar debilidad frente los demás, las calles todas me parecen iguales y todavía no encuentro la salida a esta problemática llamada vida.
La mañana me parece una fantasía absurda que solo existe en mi cabeza, aunque el sol brille en lo alto del cielo nunca me sentí cobijado por el, me confundo con el resto esperando la absolución de mis delitos y la paz que me ha de brindar tal situación.
Me sirvo un café para combatir a este frió que me golpea y lastima mi alma, escondo mis verdaderos pensamientos para no parecer cruel y es que la verdad no consigo congeniar con esta sociedad y sus estupidas reglas de humanidad, imagino al ser que me abrasé y me infunda cariño, afecto y tranquilidad, no pido que me ame por que se que el amor no es para mi. Solo le pido pasión carnal para disolver mis furias.
Me refugio en el mundo de las posiones ilusorias, hacen de mi un ser libre aunque sea por unos minutos, para que luego vuelva por la vía de mi realidad.
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