14 mar 2009

Las sobras de mi ser


La luna posa su luz sobre esa ciudad, donde paseábamos agarrados de la mano.
Mi alma sonreía como niño con juguete nuevo, donde mi susurro clono.
La silueta de tu cuerpo perfecto, que muchas veces mi mente soñó.
Ese cuerpo frágil con otro lo hace, mientras yo acudo a la sobada tierna de mi mano.
El día llegó a mi cuarto de caramelo, en donde tú fuiste mi mayor postre.
Aquel que degustaba sin prejuicios, pero tu decisión lo estrello contra un poste.
Aquella que te convirtió en señora, y a mí en un bohemio.
Sentado escuchando a Silvio, el dolor regresa a mi como bumerán.
Sin control choca contra mi pecho, como si fuera superman.
Lo recibo sin llanto y lamento, es que la droga me curtió de burdos espasmos.
Que solían ser mi consuelo, en ese momento revele los consejos de mi hermano.
Aquellos que me daba cuando lloraba solo frente a tus recuerdos.
Navego por las corrientes de mi soledad, esa en donde me embarcaste sin ningún hermano.
Mi cuerpo se convirtió en sobras de alguien feliz, que jugaba a ser normal.
En cambio solo recibo consejos como ser un niño formal.

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